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Las oportunidades del ecodiseño auspiciado por la UE

El 30 de marzo de 2022, la Comisión Europea formalizó sus propuestas normativas para lograr una economía sin emisiones de carbono en 2050. Una economía sostenible, libre de sustancias tóxicas y completamente circular. Esto pasa también por apostar por el ecodiseño, es decir, un diseño de productos compatible con el medioambiente.

Marketing sostenible: más transparencia y responsabilidad, menos ‘greenwashing’

La propuesta es el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles, o ESPR por sus siglas en inglés. En pocas palabras, se establecen nuevos requisitos para hacer que los productos sean más duraderos, fiables, reutilizables, reparables. Además de ser más fáciles de mantener, renovar y reciclar, más eficientes en términos de energía y recursos. También contiene medidas para poner fin a la destrucción de bienes de consumo no vendidos. Así como para expandir las licitaciones verdes y brindar incentivos para productos sostenibles.

Además de mejorar el funcionamiento del mercado interior, el objetivo del ESPR es reducir el impacto ambiental negativo de los productos durante todo su ciclo de vida. La normativa quiere introducir un marco para desarrollar requisitos de ecodiseño que se basen en la durabilidad y la reutilización de los productos. En la posibilidad de mejora y reparabilidad, la eficiencia energética y de los recursos. Y también en la remanufactura y el reciclaje de productos de alta calidad, sin descuidar la reducción de la huella de carbono.

Gracias al ESPR, se introducirán nuevas reglas de ecodiseño y el ámbito de aplicación será más amplio. De hecho, la actual directiva 2009/125/UE se centra en los productos relacionados con la energía. En cambio ahora se introducen normas para combatir también la presencia de sustancias químicas nocivas en los productos. En equipos electrónicos, textiles, muebles, acero, hormigón y productos químicos. Con el ESPR, el ecodiseño se aplicará a todos los sectores, a excepción de la producción de medicamentos, alimentos y piensos.

Pasaporte digital para el ecodiseño

El ESPR no solo cubrirá los productos europeos, sino todos aquellos que ingresarán al mercado de la UE. Corresponderá a los Estados miembros establecer las sanciones aplicables a las distintas categorías en caso de infracción. Y adoptar todas las medidas necesarias para asegurar su aplicación.

En línea con el estilo legislativo europeo, la propuesta sobre el ecodiseño también presta gran atención a las obligaciones de información. Entre estas destaca el Pasaporte Digital de Producto (DPP, por sus siglas en inglés), diseñado para permitir distinguir e identificar los productos y ofrecer información relevante sobre circularidad y sostenibilidad. El pasaporte digital deberá proporcionar información sobre el origen del producto, su composición, posibilidades de reparación y desmontaje y manipulación al final de su ciclo de vida.

En términos de costes, la implementación operativa del pasaporte digital no será indolora para las empresas. Deberá insertarse a través de un soporte dedicado, que cumpla con el estándar «ISO/IEC» 15459:2015. Este estará vinculado a un ID de producto único, que también deberá cumplir con el mismo estándar. La información ingresada tendrá que basarse en estándares abiertos, desarrollados en un formato interoperable, legible por máquina, estructurado y rastreable.

EuroCommerce (la Asociación Europea de Comercio Minorista, Mayorista e Internacional) pide que el pasaporte digital tenga en cuenta las necesidades de las diferentes empresas. Por tanto, reclaman que sea flexible, abierto y preparado para el futuro, inclusivo y relevante. Además de descentralizado para simplificar la accesibilidad y portabilidad de los datos.

Blockchain

Aparentemente, ninguna tecnología mejor que blockchain permite conciliar estos objetivos de trazabilidad y transparencia con la protección del secreto empresarial. De hecho, la Comisión Europea está trabajando en una infraestructura de cadena de bloques (EBSI), que tiene la intención de utilizar para lograr objetivos climáticos. Esta incluye el pasaporte digital del producto.

Hay quienes objetan que si se utilizara el sistema de validación de transacciones conocido como proof of work, tendríamos el efecto paradójico de que el pasaporte digital dañaría el clima. De hecho, la cadena estaría formada por miles de millones de bloques (todos los actores de la cadena de suministro). Esto implicaría un aumento de las necesidades de cálculo necesarias para la validación de los bloques y un consecuente incremento del consumo energético.

Oportunidades y riesgos

Hay muchas oportunidades relacionadas con el pasaporte digital. Mencionemos las más obvias:

  • Garantía de sostenibilidad del producto.
  • Exploración de nuevos modelos de negocio vinculados a un escenario en el que se alarga la vida del producto.
  • Oportunidades para los productores a la hora de comprender mejor sus flujos de materiales y hacer que los procesos sean más eficientes. Y luego implementar las mejoras apropiadas.

Los riesgos derivan de poner en el mismo nivel productos de diferentes sectores, con impactos ambientales diversos, lo que obligaría al mismo esfuerzo para recopilar y hacer disponible la información. Tal vez las prendas de vestir no deberían equipararse con maquinaria pesada y equipos complejos ni estar sujetas a las mismas normas, ya que el impacto ambiental de su producción es muy diferente.

Por otro lado, existen productos que tienen un impacto ambiental significativo, pero para los cuales la recopilación de información para el pasaporte digital puede resultar compleja. Especialmente para las pymes. Por ejemplo, la ingeniería mecánica: un solo producto puede estar formado por miles de componentes cuya completa trazabilidad es muy difícil de alcanzar.

Para mitigar estos riesgos, podría contemplarse, al menos en una fase inicial, que se dispusiera de información más detallada solo para los productos con un alto impacto ambiental. Se podría utilizar la Huella Ambiental del Producto (PEF, por sus siglas en inglés). Es decir, la metodología de la UE para estandarizar los cálculos sobre el impacto ambiental de los productos.

El pilar de la economía circular es la recogida selectiva de residuos. Para el pasaporte digital del producto, el pilar para conciliar una economía circular con el correcto funcionamiento del mercado podría ser la gestión diferenciada de la información.

Por Alberto Barbieri

Imágenes I Axel Ruffini/Unsplash, Josh Power/Unsplash, capturedmoments193/Unsplash

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