comunicación interna durante el coronavirus

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Comunicación interna para motivar a la plantilla en tiempos de coronavirus

La mayor parte de las empresas se enfrentan en estos tiempos al difícil reto de mantener motivada e implicada a la plantilla. Y, sobre todo, informada, en una situación de dispersión y llena de preguntas sin respuesta.

«¿Mantendré el empleo? ¿Nos aplicarán un ERE o un ERTE? ¿Cuándo y de qué manera podremos volver a la oficina?». Son algunas de las cuestiones que atenazan a miles de trabajadores en España desde la declaración del estado de alarma. Y aunque ningún directivo pueda contestarlas con certeza, la única manera de llenar ese vacío es comunicar, incluso aunque a veces no haya nada nuevo que contar, para reducir esa zozobra. La comunicación interna, por tanto, cobra una especial importancia.

La dificultad añadida de esta crisis es que, a diferencia de las anteriores, el empresario tiene que transmitir seguridad y confianza de manera telemática, desde la frialdad de una pantalla. ¿Cómo abordar entonces semejante desafío?

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Cómo liderar equipos en remoto en tiempos del coronavirus

La empresa, un medio de comunicación fiable

En primer lugar, gestionar con eficacia este panorama inédito implica que las organizaciones otorguen a la información un papel protagonista. Durante estos días, en los que las llamadas fake news se expanden como la pólvora y pueden ser muy peligrosas, las compañías deben erigirse como fuentes de información fiable, recogiendo las principales novedades y medidas de interés para los trabajadores. En este sentido, pueden exprimir las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías y recurrir a nuevos canales para la comunicación interna, como el mailing, Telegram, WhatsApp, redes sociales y la intranet corporativa.

Despejar dudas y reducir el estrés

En paralelo, toda cuestión debe ser respondida. Se trata de una situación jamás vivida ante la que surgen infinidad de preguntas. De este modo, es clave la escucha activa para ayudar a reducir el nivel de estrés y dar respuesta de manera ágil a todos los interrogantes de los empleados, proveedores o socios. Y hacerlo a través de canales de comunicación horizontales y bidireccionales que fomenten la participación e implicación del equipo y garanticen la transparencia e inmediatez.

El silencio o la reacción tardía no hacen más que alimentar el miedo y la incertidumbre, además de que pueden afectar notablemente al compromiso y la productividad de los empleados. Negar, minimizar, dramatizar y ocultar hacen que la dirección pierda credibilidad.

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En este sentido, si bien cada mensaje tiene su canal, los expertos recomiendan usar el formato vídeo en lo realmente importante para que los directivos muestren sensibilidad y empatía con sus plantillas. Los directivos son un referente para su equipo, por lo que deben comportarse de forma auténtica, con ética y respetando los valores de la organización. Es necesario, pues, que empaticen con sus colaboradores y no escatimen en la transmisión de ánimo, seguridad y comprensión. Además de describir la situación de la empresa con claridad, realismo y transparencia, aportando datos e información objetiva.

Medir resultados

Establecidas las vías de comunicación para los públicos internos, la organización ha de asegurarse de que son eficaces y los mensajes llegan a todos los trabajadores, sin que ningún grupo se quede fuera. En caso de detectarse que tales canales no son capaces de trasladar la información de la manera adecuada, será preciso adoptar nuevas herramientas.

‘Embajadores’ de marca para generar confianza

Asimismo, es fundamental formar a los mandos intermedios en su rol de facilitadores de las conversaciones internas y generadores de engagement. También identificar a los embajadores de marca (aquellos empleados que cuentan con una mayor credibilidad dentro de la plantilla) para evitar la distorsión de los mensajes corporativos y apaciguar una posible crisis interna que pueda trasladarse también al ámbito externo.

Planes para la nueva normalidad

Una buena estrategia de comunicación interna empresarial también debe contemplar los diferentes escenarios para la vuelta a la normalidad, lo que supondrá redefinir los mensajes y los canales ad hoc para los públicos internos, teniendo en cuenta las prioridades y necesidades de cada uno de ellos.

Acciones alineadas con el propósito y los valores corporativos

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En todo momento, las acciones de la empresa deben estar alineadas con su propósito y valores. Un aspecto que cobra verdadera importancia en un momento como el actual, en el que muchas empresas cuentan con toda su fuerza laboral trabajando de forma remota desde casa. Fomentar el sentido de pertenencia a un proyecto común será imprescindible para evitar la desvinculación del personal.

En este punto, es importante comunicar expectativas realistas positivas que integren el esfuerzo conjunto de la dirección y de la plantilla. Para ello, es crucial hablar de resiliencia, de la capacidad de encajar los golpes y aceptar la realidad, así como transmitir que si unos y otros ponen de su parte, la compañía será capaz de superar esta situación adversa.

En definitiva, en el contexto actual la comunicación tiene que ser mucho más transparente e intensa hacia dentro que hacia afuera (sin descuidar esta última, claro está) y ser la palanca que permita transmitir tranquilidad y normalidad, siempre que sea posible, a empleados, proveedores y socios. Las decisiones tácticas o sin un enfoque humano afectarán negativamente al engagement y al employer branding. Ahora, más que nunca, los trabajadores miran a sus empresas y la comunicación interna es el espejo.

Imágenes | Gordon Johnson (Pixabay) | Tumisu (Pixabay) | PourquoiPas (Pixabay)

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