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5 claves para saber si tu ‘influencer’ solo te vende humo

Muchas compañías no dudan en acercarse a sus potenciales compradores a través de influencers con decenas o cientos de miles de seguidores. Pero, cuidado, no es oro todo lo que reluce. 

A las empresas les vienen bien los influencers porque así no parten de cero a la hora de crear comunidad y difundir sus mensajes, y también aprovechan el prestigio y los valores que estos se han labrado. Sin embargo, en este mundo no siempre es como parece.

La competencia por destacar es feroz y algunos embajadores recurren a las malas prácticas y al engaño para engordar sus cuentas. A ojos de algunos expertos, se puede decir que los influencers y las celebrities de internet con millones de seguidores han perdido credibilidad y autenticidad, que es lo que crea el vínculo  y una relación estable con los seguidores (el famoso engagement).  

¿Qué puede hacer por nuestra empresa un influencer y qué hay que tener en cuenta a la hora de elegirlo?

Y esto es así porque hacen campañas de forma indiscriminada. Además, está la sospecha de que algunos compran followers. E incluso llegan a pagar para generar ese ansiado engagement a través de conversaciones y comentarios ficticios. 

Retorno de la inversión incierto


Las empresas también deben estar prevenidas porque las tarifas a pagar por contar con los servicios de un influencer pueden ser muy altas (para los que tienen cientos de miles o millones de seguidores se establecen a partir de los 1.000 euros por una sola publicación en Twitter o Instagram) y el retorno de la inversión se presenta muy incierto. Hay quien piensa que por todo ello este modelo de promoción está agotado. 

Últimamente, y para evitar derroches, algunos expertos recomiendan trabajar con los llamados microinfluencers, voces que no mueven más de 10.000 seguidores en una red social, pero que tienen un perfil más especializado y garantizan una mayor cercanía a la comunidad de usuarios a la que nos queremos dirigir. 

Cómo saber que un influencer no es un bluff

En cualquier caso, e independientemente del alcance del influencer con el que decidamos trabajar, siempre convendrá que nos aseguremos de que no es un bluff y de que no nos vende humo. ¿Cómo hacerlo? Te lo decimos a continuación gracias a la asesoría de los profesionales de Neeuton, una empresa que hace segmentación de la fanbase y gestiona campañas con embajadores de marca en Instagram. Es la prueba del algodón que debe pasar cualquier influencer con el que trabajes.  

Los ratios de engagement deben ser coherentes

La clave está en la coherencia. Un perfil real tendrá una actividad similar de engagement en cada una de sus publicaciones. El número puede oscilar ligeramente arriba o abajo, pero debe estar en la misma línea. Por eso, si nos encontramos con que en una imagen de Instagram hay 30.000 likes, pero en la siguiente solo 300, conviene dudar de ese perfil. Y lo mismo se puede aplicar al resto de redes sociales.

Atención a la calidad de la interacción

No todos los comentarios son iguales. Los hay de calidad y los hay que no la tienen. Hay que sospechar de las interacciones solo con emojis. Pueden que sean compradas sin que lo sepamos. El fundador de Neeuton, Eduard Corral, asegura que efectivamente existen plataformas en el mercado que permiten el intercambio de likes y que crean falsos comentarios. 

Mira el origen de las interacciones

Es clave detectar de dónde provienen las interacciones. No solamente porque puedan proceder de cuentas de países random o elegidos al azar, sino porque tal vez la comunidad orgánica sea de países que interesen a la marca.

Cuidado con los ratios follower/following

Uno de los factores que inducen a pensar que un perfil está inflado, y que por lo tanto no tiene valor, es que siga a un alto número de cuentas (entre 4.000 y 7.000). En ese caso, hay muchas opciones de que esté siguiendo en masa para lograr a su vez un abultado número de seguidores de vuelta.

Analiza los hashtags

Por último, es básico observar bien los hashtags o etiquetas que utiliza la cuenta en cuestión. Hay que vigilar que las interacciones del influencer no vengan por abusar de hashtags populares, pero que no tienen mucho valor y que solo sirven para el intercambio de likes.

Imágenes | iStock.com/Rawpixel / Marchmeena29 / nito100

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