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APlanet o el valor real de gestionar bien la huella ambiental

Los riesgos del cambio climático, la presión social, la nueva regulación, la importancia de gestionar los recursos de forma eficiente, la igualdad y la diversidad, la resiliencia y el buen gobierno. La palabra sostenibilidad está cambiando su significado a nivel empresarial. Poco a poco, está dejando de ser un término de moda, con el que vender una imagen verde, para convertirse en un valor estratégico, que muestre el compromiso real de las organizaciones y que se note de verdad en la cuenta de resultados. Para ello, los planes y las acciones responsables deben ser medibles y parametrizables. Deben poder ser analizados y gestionados de forma eficiente.

Con esta necesidad clara en mente, un importante background tecnológico y el objetivo de crear un producto que hiciese del mundo un lugar algo mejor, Johanna Gallo y Cyril Pierre lanzaron APlanet en marzo de 2019. En los primeros 12 meses facturaron 230 000 euros, multiplicaron su base de clientes y acaban de cerrar una ronda de inversión de capital semilla por valor de 1,7 millones de euros. ¿Quién dijo que no había oportunidades de negocio en la sostenibilidad?

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SaaS, IA y compromiso

“La sostenibilidad es cada vez más relevante para las organizaciones. Para algunas porque está en su ADN desde el principio. Para otras, porque sus grupos de interés, como clientes, inversores, integrantes de la cadena de suministros o empleados, les piden que sean sostenibles. Y también porque hay cada vez más legislación al respecto”, explica Johanna Gallo. “Además, nos dimos cuenta de que los responsables de sostenibilidad no estaban utilizando todo el poder de la tecnología. Les podíamos ayudar a ser más eficientes”.

En este escenario, Gallo y Cyril Pierre empezaron a darle vueltas a la idea de APlanet. La startup tiene como producto principal una plataforma pensada para gestionar las estrategias de sostenibilidad, responsabilidad social y buen gobierno de las organizaciones. Lo que se conoce, por sus siglas en inglés, como ESG. Se trata de una solución que funciona como software-as-as-service (SaaS) por la que los usuarios pagan una suscripción anual. Una solución que parece estar dando respuesta a los retos a los que se enfrentan los profesionales que gestionan la información no financiera.

“Al principio, el mayor reto fue de desarrollo de producto. El sector es muy cambiante, está evolucionando, surgen nuevos estándares, regulación, tendencias, estudios… La innovación en APlanet es constante”, señala Gallo. “Es un campo que se está volviendo muy tangible, sobre todo, gracias a la tecnología”.

Con su plataforma, automatizan la recolección de datos, el análisis de evoluciones y tendencias o el cumplimiento de los distintos estándares, entre otros aspectos. El software aplica también inteligencia artificial para analizar los datos e identificar riesgos y oportunidades. “Es un campo que está por explorar, que avanza rápidamente y está plagado de retos tecnológicos”, añade la cofundadora de APlanet.

Una gestión eficiente de la sostenibilidad

Durante el desarrollo de la plataforma y sus primeros meses de vida, los fundadores de APlanet se dieron cuenta de que, hoy por hoy, la gestión de la sostenibilidad en las organizaciones, sean empresas, ONG o entidades públicas, se enfrenta a cinco grandes retos:

  • Convertir la sostenibilidad en algo tangible. Para ello, es necesario localizar y consolidar los datos con los que medir la sostenibilidad. En muchas organizaciones, estos datos están desagregados y distribuidos en diferentes fuentes. Son tareas que consumen gran cantidad de tiempo y recursos, pero son fácilmente automatizables.
  • Lograr que la información sea fiable. Los datos proceden de fuentes y áreas muy diversas, por lo que a veces es difícil garantizar que la información sea correcta. Esto dificulta, a su vez, cualquier análisis o estudio posterior.
  • Analizar la información con eficacia. Para ello, es necesario parametrizar en detalle la sostenibilidad. Es decir, “ir más allá de la recogida de datos, marcar metas y estudiar hasta qué punto se están cumpliendo los objetivos”, como apunta Gallo.
  • Gestionar los recursos disponibles. El personal y los medios de que disponen los departamentos de sostenibilidad suele ser limitado. La tecnología y la automatización pueden ayudarles a ahorrar trabajo y tiempo en tareas rutinarias.
  • Involucrar a los grupos de interés. Empezando por los empleados o la dirección de la organización y acabando por los accionistas y los clientes, la tecnología ayuda a comunicar mejor y a cimentar el interés y el compromiso de los stakeholders.

APlanet está diseñada para intentar solventar estos retos. “La plataforma permite recoger datos de distintas fuentes: personas, documentos, sistemas… El primer paso es agregar la información de sostenibilidad, que suele estar diseminada a través de la empresa. Después se consolida la información y se aporta calidad, lo que por último permite hacer un análisis automatizado de los datos”, subraya Johanna Gallo.

Esto permite que la tecnología sea aplicable a la gestión de cualquier campo de la información no financiera. En la actualidad, la plataforma cuenta con soluciones para gestionar la sostenibilidad ambiental, la acción social, los planes de igualdad y la materialidad.

Oportunidades más allá del greenwashing

Durante el pasado mes de septiembre, la startup anunciaba que había cerrado su primera ronda de financiación. Liderada por el fondo All Iron Ventures y con la participación del Banco Sabadell (BStartup) y DraperB1, sirvió para sumar 1,7 millones de euros de capital semilla. Con esto, ponían el cierre a un año de éxitos, a pesar de la pandemia.

APlanet opera ya en tres países (España, Portugal y Brasil, con vistas a seguir expandiéndose en 2021). Trabaja con más de 70 organizaciones y en los primeros 12 meses de actividad facturó 230 000 euros. “A raíz de la pandemia hemos tenido que rehacer nuestro plan de negocio, pero estimamos que en este segundo año vamos a doblar la facturación”, añade Gallo.

“La sostenibilidad y la protección del medioambiente esconden muchas oportunidades de negocio”, continúa. “Veo un sector donde la tecnología puede aportar muchísimo. De hecho, al principio, veíamos tantos campos de acción que nos costó encontrar el foco”. Además, las oportunidades no solo están ahí para el que decide emprender en un sector en crecimiento, sino para las organizaciones que apuestan por gestionar mejor su sostenibilidad.

“El primer gran beneficio es interno. Cuando las organizaciones quieren ser más sostenibles, lo primero que necesitan es recursos disponibles. Ahora mismo, se está perdiendo tiempo en rutinas que son fácilmente automatizables”, explica la cofundadora de APlanet. “Y el segundo gran beneficio es la comunicación. Las empresas obtienen valor al establecer una buena relación con sus diferentes grupos de interés y también con sus empleados. Cuando se mejora la comunicación de la sostenibilidad se retiene más talento”.

Aun así, Gallo reconoce que medir la atribución de la sostenibilidad, su impacto real en la cuenta de resultados y el retorno de la inversión de forma concreta sigue siendo complicado. “Nuestra misión es hacer que la sostenibilidad pase a ser parte de la estrategia de las empresas”, señala. “Queremos que la sostenibilidad deje de ser algo aislado o para dar buena imagen [el llamado greenwashing] y que pase a estar consolidado por la estrategia empresarial, que se relacione con objetivos económicos”.

Sea por el aumento de la presión social, por la constatación de los riesgos reales del cambio climático y de descuidar el medioambiente, por el cambio de rumbo de los grandes inversores o, simplemente, por la presión regulatoria, lo cierto es que cada vez más empresas parecen considerar la sostenibilidad como un asunto central en su estrategia. Comprender el valor real de la responsabilidad es clave para afrontar un futuro plagado de retos ambientales.

Imágenes | APlanet

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