Profesional, padre o madre, maestro o maestra y trabajador o trabajadora del hogar.
Estas son las cuatro facetas que cada día, durante 24 horas, tienen que desempeñar muchas personas que se encuentran confinadas con sus hijos e hijas debido a la crisis de la COVID-19. ¿Es posible teletrabajar y ocuparse del resto de tareas sin que sufra nuestra salud mental?
Según la RAE, el teletrabajo es el «trabajo que se realiza desde un lugar fuera de la empresa utilizando las redes de telecomunicación para cumplir con las cargas laborales asignadas». Una alternativa con beneficios tanto para la empresa como para el empleado. Uno de los más valorados es la posibilidad de conciliación entre la vida profesional y la personal, especialmente si se tienen hijos.
Qué significa teletrabajar durante la cuarentena
Es importante diferenciar el teletrabajo en condiciones normales y bajo las que nos ha tocado vivir en la actualidad. Según la segunda edición del Libro Blanco del Teletrabajo, en febrero de 2020 tan solo un 8% de las personas realizaban teletrabajo en España y solo un 13% de las empresas lo estaban implementando.
A la novedad que supone el teletrabajo para muchas compañías, hay que añadir que este se convierte en un reto para la mayoría de las familias con niños en esta época de confinamiento. No se trata solo de cumplir con la actividad profesional, sino combinarla a la vez con el cuidado de los hijos, los deberes del colegio, las tareas propias del hogar, los autocuidados, la exigencia de una mayor higiene en casa y las horas de cocina preparando desayunos, comidas, meriendas y cenas. Ante todas estas tareas, teletrabajar las mismas horas, mantener el ritmo y ofrecer los mismos resultados se impone como un desafío muy difícil de alcanzar para la mayoría de los progenitores.
Un gran esfuerzo emocional
La asociación Yo no renuncio ha llevado a cabo una encuesta en nuestro país sobre la conciliación durante la cuarentena para conocer mejor los datos del teletrabajo y cómo lidian con él numerosas familias. Los resultados no son muy alentadores. Siete de cada diez mujeres y madres afirman que les está costando mucho trabajo sobrellevar la situación en el ámbito emocional. Además de estar sufriendo por las cifras que cada día nos despiertan acerca del virus, hay que lidiar con los papeles de maestra, trabajadora de hogar y madre y cumplir con la jornada laboral de trabajo desde el hogar. Algo aún más complicado si son autónomas.
Siete de cada diez familias aseguran no tener preparado un espacio de trabajo en casa, ya que hasta ese momento nunca lo habían necesitado. El estado de alarma ha precipitado que mucha gente haya tenido que improvisarlo. Hay encuestados que ven esta situación como una oportunidad, pues si los resultados son buenos, muchos podrán seguir teletrabajando cuando la situación se normalice y alcanzar la demandada conciliación familiar.
El 97% de las familias cuestionadas dice que los principales inconvenientes para teletrabajar en la cuarentena son las interrupciones de los hijos e hijas y la falta de concentración que todos de forma natural sufrimos estos días. Es momento de entrenar la flexibilidad y la paciencia en una situación excepcional para todos.
De la misma encuesta se deduce que seis de cada diez padres o madres encuentran muchas dificultades para ayudar a sus hijos en las tareas escolares. Exceptuando algunos colegios, en su mayoría privados en los que se sigue el horario escolar habitual a través de plataformas online, en la mayoría de las escuelas e institutos se envían las tareas por correo o aplicaciones en la nube esperando que padres e hijos las realicen y las manden de vuelta para su corrección.
¿Cómo teletrabajar y conciliar?
Lo principal es establecer unas rutinas, tanto para mayores como para los más pequeños. Aunque estemos en confinamiento, es importante levantarse más o menos a la misma hora, desayunar, asearse como es habitual y quitarse el pijama.
Los expertos recomiendan integrar a los pequeños en nuestra mesa para que realicen sus tareas a la vez que trabajamos. Es una forma de potenciar el juego simbólico y de imitación.
Si los dos progenitores se encuentran en situación de teletrabajo, es imprescindible establecer turnos para que se respete el tiempo de cada uno, potenciando así la concentración y los resultados. También se debe tener muy en cuenta la edad y necesidades de los niños en el hogar. No requerirán la misma atención los adolescentes, que serán autónomos y se les podrá explicar la situación para que contribuyan al cumplimiento del plan familiar, que niños menores de diez años, o bebés más dependientes y necesitados de atención.
Es importante, asimismo, diferenciar los fines de semana o días festivos de los laborables. Establecer rutinas distintas como levantarse más tarde, dedicar más tiempo a juegos y ocio en familia, realizar sesiones de cine y, en definitiva, ser más flexible con horarios y normas permite un cambio de mentalidad que ayuda emocionalmente a llevarlo mejor.
Niñeras digitales al rescate
Como consecuencia de esta crisis, ha surgido un nuevo tipo de servicio: empresas de cuidadoras online y tutores digitales. Una excelente solución para familias en las que ambos progenitores trabajan.
A raíz de una situación complicada nacen propuestas creativas. Así surgió la idea de las niñeras digitales. Se trata de un servicio de cuidadoras y tutores que ayudan a los niños con actividades de ocio y asignaturas escolares para que los padres puedan teletrabajar más relajados.
Ofrecen diferentes servicios de ayuda relativos a asignaturas escolares, idiomas, actividades deportivas (como el yoga) y manualidades. Todas ellas se realizan a través de videollamadas con programas como Skype, Zoom o WhatsApp, con la finalidad de que el cuidador/a y el niño/a puedan compartir pantalla.
Existen ya varias plataformas de este tipo. Una de ellas es Sitly, en la que las familias pueden registrarse gratis y consultar las referencias de las niñeras y tutores que se ofrecen. Otra de ellas muy popular durante esta cuarentena en nuestro país es Nannyfy.
Toda ayuda es buena si el resultado es productivo. Teletrabajar y conciliar es posible si ponemos en práctica todo nuestro ingenio, paciencia y empatía.
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