Los autónomos que realizan algunas actividades económicas tienen la posibilidad de elegir entre dos métodos de determinar sus rendimientos para la posterior liquidación de impuestos: estimación directa o estimación objetiva, más conocida como sistema de módulos.
Ambos regímenes tienen diferencias muy importantes, con ventajas e inconvenientes. Conocerlos, y especialmente al que genera más dudas, el de módulos, es fundamental para elegir la mejor opción con la que mejorar tu fiscalidad.
La decisión es tan importante que, si la actividad permite elegir entre ambos y se escoge el sistema de estimación directa, no se podrá rectificar esta decisión hasta que al menos transcurran tres años. Para saber que te conviene más, lo primero es conocer sus principales características.
Beneficio real frente a beneficio estimado
El régimen de estimación directa, el que más se aplica, se basa en tributar por el cálculo del beneficio real que obtengas por la actividad profesional o empresarial que realices. Es decir, al total de tus ingresos restarás todos los gastos deducibles a los que hayas incurrido para realizar tu trabajo. Así obtendrás un resultado (sea beneficio o pérdida) al que se le aplicará el tipo impositivo correspondiente.
En las actividades que lo permita, es muy importante que analicemos los pros y contras de cada régimen fiscal adaptándolo a nuestra realidad
Por otro lado, en el régimen de estimación objetiva o de módulos, no tributarás por tu beneficio real, sino por una estimación. Esta se basa en distintos medios de producción que dependerán de la actividad, como los metros que tenga una tienda, el consumo de electricidad o el número de trabajadores.
Sobre estos coeficientes se suelen aplicar además una serie de coeficientes correctores. Estos son muy variables y van desde el tipo de localidad donde prestes la actividad hasta si la has empezado recientemente.
¿Me conviene el sistema de módulos?
A grandes rasgos, la principal diferencia es que por estimación directa tributas por tus ingresos reales, por lo que pagarás más o menos impuestos según sean tus beneficios, y por el de módulos siempre pagarás lo mismo.
Solo si se producen cambios importantes en las variables de cálculo cambiará de forma importante lo que pagamos. Por ejemplo, si en la actividad aumentas el número de empleados o cambias el lugar de actividad, se modificará el módulo. También habrá alteraciones si se produce un cambio en un índice corrector, por ejemplo, si la actividad no se considera como nueva.
Un autónomo puede realizar cuantas actividades desee, pero si tan solo en una de esas es obligatorio tributar por estimación directa, no podrá acogerse al régimen de módulos.
Así, a grandes rasgos, la cuantía de impuestos suele depender mucho de la situación de la empresa. Generalmente, en negocios consolidados y con beneficios es más ‘barato’ fiscalmente pagar por módulos, y para negocios nuevos o con escasa facturación, hacerlo por estimación directa. Pero como cada actividad aplica métodos distintos es recomendable que analices con detalle tu caso y la forma en la que se calculan los impuestos.
También el sistema de módulos genera menos trámites, entre los que destaca no tributar por el IVA de las operaciones. No pagarás por el IVA de tus ingresos, pero tampoco podrás deducirte el de tus gastos.
Limitaciones del régimen de módulos
Que la actividad económica permita tributar por el régimen de módulos no implica que todos puedan hacerlo. Existe un límite de facturación. Este es de 150.000 euros para todas las actividades económicas, excepto las agrícolas, ganaderas y forestales; y se reduce a 75.000 euros en las operaciones en las que haya que expedir factura cuando el destinatario sea empresario. En caso de actividades agrícolas y ganaderas y forestales el límite se eleva hasta los 250.000 euros.
Pero existe otra limitación muy relevante. Un autónomo puede realizar cuantas actividades desee, pero si tan solo en una de esas es obligatorio tributar por estimación directa, no podrá acogerse al régimen de módulos para ninguna de las restantes. La normativa impide que un autónomo tribute por los dos sistemas distintos a la vez.
Obligaciones contables
Por último, aunque en el sistema de módulos el beneficio no se determine restando a los ingresos tus gastos, es obligatorio tanto conservar las facturas emitidas como las recibidas junto a todos los justificantes de los módulos aplicados.
Igualmente, si realizas amortizaciones sobre activos inmovilizados, deberá llevarse el libro de registro de bienes de inversión. Por último, en actividades cuyo rendimiento neto se calcula en función del volumen de operaciones, como ocurre con las agrícolas, ganaderas, forestales y de transformación de productos naturales, se deberá llevar libro registro de ventas o ingresos.
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