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La historia de Matilde Manzano: del mercadillo callejero a internet

La historia de Matilde Manzano demuestra que la tecnología puede derribar muchas barreras. Económicas, formativas, sociales, de género… Es un caso claro de empoderamiento. Con el asesoramiento de Orange y de la Fundación del Secretariado Gitano, esta esforzada madre de familia ha logrado llevar a internet la tienda de ropa que instala en mercadillos callejeros de Madrid. Y en su cabeza siguen bullendo los proyectos.

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Matilde ha vivido rápido. Se casó con 18 años recién cumplidos y ahora con 48 tiene cinco hijos y cuatro nietos. De ellos habla largo y tendido, y con admiración. Hasta hace poco su vida era un continuo ajetreo de cuidados domésticos y trabajo en una empresa de limpieza de oficinas. Pero también de idas y venidas a mercadillos de todo Madrid para atender el negocio ambulante de ropa que también contribuye al sustento de su familia, y que lleva sobre todo su marido.  

Sin embargo, a Matilde le detectaron una artrosis degenerativa severa y pérdida auditiva. Y un tribunal médico le reconoció la discapacidad laboral. Fue entonces cuando la Fundación del Secretariado Gitano y la Fundación Orange se cruzaron por el camino y le dieron la posibilidad de dar un giro a su vida. Matilde fue seleccionada para hacer un curso de formación digital, dentro del programa Edyta, destinado al empoderamiento de mujeres de colectivos en riesgo de exclusión y con baja empleabilidad.

“A mí me daba miedo tocar una máquina”

“Yo no sabía hacer nada. Solo el WhatsApp y ya está. A mí me daba miedo tocar una máquina. Y allí aprendí, en el primer año del curso, a manejar la información online, a comunicarme por correo electrónico con los profesores de mis hijas, a sacarme el padrón por internet, a hacerme el currículum o a buscar empleo”, explica por teléfono Matilde, que también ha compartido su historia en el pódcast de Orange ‘Hola Planeta’.   

Y fue en el segundo año del curso cuando a esta emprendedora se le ocurrió la idea de trasladar su puesto de ropa callejero a internet, para que estuviera al alcance de todos. “Eso fue una locura. Ahí comenzó la aventura de ElSaddai”. Hoy, ElSaddai.es, como se llama la web de comercio electrónico que ha creado y que es un nombre de resonancias bíblicas que significa “Dios todopoderoso”, vende ropa interior, de baño, calcetines, pantis… 

“A medida que pasaba el tiempo empecé a apoyarme en lo digital. Y todo lo que yo imaginaba en mi mente lo he acabado haciendo realidad. Hoy sé hacer páginas web. Yo también saco las fotos y las edito. Todo lo que se ve en la página está hecho por mí desde cero”, asegura Matilde. 

Un buen complemento de la venta presencial

Aunque la pandemia frenó las ventas iniciales de la tienda online, que echó a andar en diciembre de 2019, justo antes del primer confinamiento severo, hoy es un buen complemento al negocio que la familia tiene en cinco mercadillos temporales de la Comunidad de Madrid. Y además, es el único puesto de los que ella conoce que ha diversificado su presencia y está también en la red. 

“Los clientes que tengo en la calle ahora también me hablan por internet, por Facebook o Instagram. Los hay que vienen porque antes han visto el producto en la página web. Y hay otra gente que no puede venir porque está trabajando y por la web yo quedo con ellos y luego les entrego el pedido”. Hasta cierto punto, Matilde ha conseguido hacer realidad lo que los expertos tanto recomiendan al comercio en estos tiempos: la onmicanalidad.  

Pero Manzano también reconoce que poner en marcha ElSaddai.es no ha sido un camino de rosas. Como en otros casos de empoderamiento, tuvo que vencer prejuicios e inercias sociales. En su caso, tuvo que convencer a algunos escépticos de su entorno de que las cosas saldrían adelante. “Ha sido muy ‘descallao’ el asunto. Había gente que me decía que estaba loca, que no se podía hacer”. 

Además, ElSaddai.es por fin ha permitido a Matilde conciliar el trabajo en la tienda con su vida familiar. “Yo antes veía a mis hijas de noche en noche. Y a mi marido también. Apenas tenía relación con mi familia. Lo pasé mal. Estuve cuatro años sin ver casi a mis hijas. Y ahora tenemos un negocio en el que ellas me ayudan”.

Reconocimiento como ‘Amazing Woman’

Además, Matilde, que vivió en Zamora y hace nueve años se trasladó a Madrid para empezar una nueva vida, ha sido reconocida por la Fundación Orange de Francia como Amazing Woman’, por su dedicación y esfuerzo. “Para mí fue increíble. Este premio me ayudó a darme cuenta de que yo valgo para algo. Para aquello que yo me propusiera”, manifiesta. 

Ahora habla con pasión de sus proyectos y de los logros de su familia y cree que las mujeres no pueden ni deben ponerse límites. Además, no considera que ser gitana sea un obstáculo para avanzar. “Ser protectora de la familia y una persona tradicional no quita lugar para seguir adelante”, reflexiona. 

Un proceso de empoderamiento que no ha acabado

Por eso, ella anima a las jóvenes y a las mujeres en general al empoderamiento y a que busquen “el tesoro escondido” que llevan dentro. “Yo les animo a que den el salto de la rana. Y me explico: cuando me veo en lo más profundo de abajo, que no puedo o que no valgo, o que solo veo los límites, yo hago el salto de la rana”.      

Pero el sueño de Matilde no se queda en el lanzamiento de ElSaddai.es, que también cuenta con canales en Instagram y Facebook. Más allá de eso, se está planteando sacar su línea de ropa interior. “Estoy buscando a gente que me ayude a hacer mis propios modelos, mi propia línea de ropa. Y quiero crear una página web para darla a conocer”. Ganas y voluntad no le faltan a esta mujer esforzada para llevar su próximo proyecto digital a buen fin. 

Imágenes | Matilde Manzano

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