Lorenzo Amor no se muerde la lengua. Como presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), siempre ha alzado la voz para denunciar los problemas del colectivo, que suele acabar pagando el pato crisis tras crisis.
La que actualmente aqueja al país ha dejado una dramática factura de negocios cerrados y puestos de trabajo destruidos. Hablemos de Empresas ha entablado conversación con el líder de ATA para conocer su visión sobre los desafíos a los que se enfrentan los trabajadores por cuenta propia este 2021.
2021 ha echado a andar y el tejido empresarial sigue en jaque por la pandemia. Solo en el mes de enero, España perdió casi 15.000 trabajadores autónomos, un balance calificado por ATA como «desastroso». ¿Es posible mandar un mensaje de optimismo al colectivo de cara a los próximos meses?
Es cierto que es complicado, pues los datos que conocemos no invitan al optimismo. Pero hay que intentar serlo. Si algo nos ha enseñado la historia es que España es un gran país, con una gran economía y con un gran sistema productivo conformado por empresas, autónomos y trabajadores. Saldremos de esta. Estoy convencido de que cerraremos 2021 con crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), aunque este será de en torno al 5% o incluso inferior, entre otras cosas porque el primer trimestre del año viene marcado por esta tercera ola de la que poco a poco vamos saliendo y que nos está afectando de una forma durísima.
No cabe ninguna duda de que el tan ansiado crecimiento económico va a ir ligado a la evolución de la pandemia a lo largo de los próximos meses, al suministro y número de vacunas que seamos capaces de ir poniendo hasta que consigamos la denominada inmunidad de grupo.
Además de la vacunación, es fundamental la concertación, acuerdo y consenso entre todos los interlocutores sociales con el resto de las Administraciones. Tenemos que remar juntos para poder salir de esta crisis en la que llevamos prácticamente un año y poder recuperar parte del tejido productivo perdido a lo largo de estos meses.
Finalmente, y solo después de tremendas presiones internas y externas, el Gobierno ha accedido a allanar el camino legal para dar ayudas directas a la pequeña empresa y los autónomos. ¿Cómo consideran la actuación del Ejecutivo? ¿Se ha sentido ignorado el colectivo?
Lamentablemente, a lo largo de toda esta pandemia hemos podido comprobar cómo las diferentes administraciones públicas están actuando tarde con el colectivo. Siempre hemos pedido que nos tengan en cuenta, que en muchas ocasiones somos los grandes olvidados. Desde el pasado mes de octubre estamos viviendo un ‘ERE silencioso’, de los que no van a ocupar portadas porque no son grandes empresas, sino autónomos y pequeñas compañías.
Los ERTE, las ayudas por cese de actividad… están anestesiando los datos de paro, pero sin ayudas directas muchos autónomos no van a poder seguir adelante
Lorenzo Amor, Presidente de ATA
Es fundamental que el tejido empresarial tenga confianza. En todos estos meses, hemos echado de menos un verdadero diagnóstico de la situación por parte del Gobierno, donde solo nos hemos encontrado mensajes contradictorios que, desde luego, no ayudan nada. Hay que dar certidumbre y realismo para que los autónomos, los pequeños empresarios, sepan a lo que enfrentarse. Es importantísimo para generar confianza.
En la concesión de las ayudas se priorizará el turismo y la hostelería, dos sectores clave muy castigados por la pandemia. ¿A qué otras áreas empresariales hay que dar respiración asistida para lograr una recuperación más rápida?
Es clave y desde luego realmente urgente que el Gobierno impulse medidas y ayudas directas a los sectores más afectados. Además del turismo y hostelería, el comercio, el taxi, el ocio nocturno, el ocio infantil, todo lo que tiene que ver con eventos, ferias, mundo taurino, orquestas, atracciones… son sectores que están atravesando una situación realmente crítica.
Los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), las ayudas por cese de actividad, etcétera, están anestesiando los datos de paro, pero sin ayudas directas, sin el rescate a ese tejido empresarial, muchos autónomos con actividades y negocios totalmente viables en febrero de 2020 no van a poder seguir adelante.
También se está barajando la posibilidad de que las autonomías repartan a los negocios ayudas procedentes de los fondos europeos. ¿Será este el gran caballo de batalla de 2021?
Era importante alcanzar este acuerdo por parte de los líderes europeos, porque significa consolidar una unión fiscal, mutualizar por primera vez la emisión de deuda conjunta de todos los países de la Unión Europea (UE) para ayudar a los más dañados por la pandemia.
Y desde luego el reparto de esos fondos europeos es una cuestión clave en estos momentos. Se tienen que emplear para hacer las reformas oportunas y deben ayudar a impulsar la economía y el empleo, así como a la reconstrucción tras la crisis sanitaria del coronavirus. Son fundamentales ayudas directas para los sectores más afectados por la pandemia de la COVID-19.
Conocer la experiencia directa de quienes ya han emprendido nos otorga un conocimiento muy valioso sobre qué tiene que mejorar en España
Lorenzo Amor, Presidente de ATA
Desde ATA abogamos por que exista una reserva legal explícita de los fondos, que se movilice al tejido productivo de pequeñas y medianas empresas, que constituye el 99% del tejido empresarial español. Apostamos porque los proyectos europeos tengan una transversalidad que llegue desde una empresa tractora y vaya cayendo con una especial incidencia en los autónomos.
Se están perdiendo casi 500 autónomos al día. ¿Cómo califica que sus cotizaciones sociales hayan aumentado entre 3 y 12 € en plena tercera ola?
Cuando anunciaron la subida de cuotas levantamos la voz diciendo que no era el momento. Es un gran error. Siempre hemos pedido al Gobierno que tuviera sensibilidad con el colectivo es un momento tan complicado como es este.
Es cierto que se trata de una subida de tipos pactada en 2018, cuando la economía crecía a un ritmo del 3%, y que la subida tendría que haberse producido en enero de 2020, de acuerdo con la norma. Pero como no lo hicieron en su momento, han decidido regularizarlo ahora. Y como hemos dicho y no nos cansaremos de decir, ahora sí que no es el momento. Es el momento de apoyar a los autónomos, toca bajar impuestos y, desde luego, no subirlos. La buena noticia es que se ha congelado esa subida para el año 2021 y, en principio, se ha aplazado hasta mayo, que es cuando se prevé que finalice el estado de alarma actual.
¿Cómo se puede estimular el emprendimiento con la que está cayendo?
En estos momentos de pandemia la realidad es que emprender es España es una tarea realmente complicada.
Para salir de esta crisis vamos a necesitar la creación y el desarrollo de miles de nuevas empresas. En esta coyuntura, creemos que conocer la experiencia directa de quienes ya han emprendido nos otorga un conocimiento muy valioso sobre qué tiene que mejorar en España para que esto suceda.
Es importante reducir cargas impositivas aligerando el esfuerzo económico en los primeros pasos, así como reducir ese exceso de burocracia y trámites administrativos, que también complican la aparición de nuevas empresas.
¿Cree usted que en España falta cultura de emprendimiento?
No, en España no falta cultura de emprendimiento, pero hace falta acabar con algunas trabas que complican dicho emprendimiento. Por ejemplo, hay que acabar con el miedo al fracaso; emprender no todas las ocasiones significa tener éxito, la cultura empresarial de España en este sentido contrasta con la presente en otros países, donde el fracaso empresarial está normalizado.
Recientemente usted pidió evitar el ‘corporativismo’ en el proceso de vacunación de la población. ¿Qué peligros entraña ese fenómeno para la recuperación económica?
En estos momentos hay que utilizar todos los medios que hay al alcance para poder vacunar, desde la sanidad pública, privada, los farmacéuticos, militares… En definitiva, todos aquellos que tengan capacidad para poder hacerlo. Es fundamental, no solo usar espacios, sino también todo el personal disponible para conseguir, cuanto antes, la tan ansiada y necesaria inmunidad de grupo.
Lo único bueno que hemos sacado de esta pandemia es el adelanto en más de cinco años de la digitalización de los autónomos españoles
Lorenzo Amor, Presidente de ATA
Es fundamental principalmente para no volver atrás y poder iniciar la recuperación económica y del tejido empresarial así como dar la tranquilidad al conjunto de la sociedad de que poco a poco vamos ganando la batalla al virus.
ATA acaba de poner en marcha un servicio de asesoramiento virtual gratuito para autónomos. ¿Qué otras medidas de apoyo tienen planeadas para este año?
Sin duda, este servicio de asesoramiento virtual que hemos puesto en marcha está funcionando realmente bien entre el colectivo. Además, hemos hecho una importantísima apuesta en reforzar el asesoramiento telefónico, totalmente gratuito, para resolver y dar certidumbre a todos los autónomos que lo necesiten. El teléfono, puesto en marcha a principio de la pandemia ya ha asesorado a más de 100.000 autónomos.
Desde luego, uno de los principales fines de la asociación es dar apoyo al colectivo. Por eso, otra de las actuaciones importantes en este 2021 es proponer de primera mano a las Administraciones las medidas que consideramos que ahora mismo necesita el colectivo y llegar a consensos que se traduzcan en medidas reales que permitan mejorar el día a día de los 3,2 millones de autónomos.
Una de las pocas buenas noticias que dejó 2020 fue la aceleración en la transformación digital de las empresas. ¿Qué papel jugará la digitalización en la regeneración del pequeño emprendimiento?
La digitalización siempre ha supuesto una brecha para el colectivo. Por lo que, como bien dices, lo único bueno que hemos sacado de esta pandemia es eso, el adelanto en más de cinco años de la digitalización de los autónomos españoles: se han digitalizado una gran parte de las empresas en muy pocos días cuando tenían planes a dos años.
Pero digitalizarse es mucho más que implementar un canal de venta online o una web. Significa tener impacto en todas las funciones de la compañía (gestión de recursos humanos, proveedores, control de stock, venta, comunicación…), lo que va a lograr que los autónomos puedan aumentar los ingresos, mejorar la eficiencia y productividad, así como optimizar los costes.
Por José Sánchez Mendoza
Imágenes | ATA
