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Auara, las botellas de agua eco que cambian vidas

Un acto tan cotidiano para nosotros como beber agua puede convertirse en algo extraordinario. Y así lo cree Antonio Espinosa, co-fundador & CEO de AUARA, la empresa que destina el 100% de sus dividendos a proyectos para llevar agua potable a personas que no la tienen, y que además fabrica sus botellas con un 100% de plástico reciclado R-Pet.

Como empresa social, AUARA tenía dos objetivos claros: llevar agua potable a las personas más necesitadas y reducir el impacto ambiental de las botellas que consumimos. Hablamos con su fundador para conocer cómo es su visión emprendedora combinada con el compromiso social.

¿Qué o quién os inspiró para montar vuestra propia empresa? ¿De dónde viene ese primer impulso?

En nuestro caso el impulso viene de encontrar una necesidad. La verdad es que yo nunca me había planteado montar una empresa antes, pero al encontrar un problema tan grande como la falta de agua potable en tantos lugares y descubrir que la empresa social podría ser una forma de luchar contra el problema, parecía claro que teníamos que hacerlo.

Cuéntanos, ¿qué es lo que tiene de diferente vuestro producto?

Es más fácil contar lo que tiene de similar: el agua de la botella. Por lo demás, intentamos que todo sea diferente. No sólo las cuestiones más evidentes como reinvertir todos nuestros beneficios en nuestro fin social o fabricar por primera vez en Europa botellas con material 100% reciclado. Intentamos que nuestra relación con el entorno, con nuestro equipo, con nuestros proveedores, con nuestros clientes y con nuestros competidores sea distinta y se base en la sostenibilidad y en el respeto. Para nosotros ser una empresa social no empieza en el proyecto de Etiopía o del Congo, sino que empieza con la persona que está sentada al lado en la oficina. Si queremos hacer felices a personas que viven a miles de kilómetros a través del agua, debemos empezar por intentar hacer felices a quienes nos rodean.

¿Cómo fueron los inicios? ¿Con qué sorpresas os encontrasteis?

Duros, muy duros. Nos encontramos con un mercado híper competitivo, con marcas que pertenecen a empresas enormes y que tienen mucha fuerza, con canales de venta a los que es muy difícil acceder por la fuerza que tienen las empresas tradicionales… Pero también nos encontramos con una masa de consumidores que se entusiasma con AUARA, que cree en lo que hacemos, que nos apoya en todo lo que puede, a través del boca a boca o de las redes sociales, que se ofrece a ayudarnos, a ser colaboradora… y con clientes que sí creen que las cosas se pueden hacer de otra manera y que apuestan por AUARA por su propia convicción.

¿Tuvisteis a mucha gente a vuestro alrededor que pensó que era una locura?

Ja ja ja, al principio, ¡la mayoría!

¿Qué relevancia ha tenido el uso de redes sociales a la hora de daros a conocer?

Mucha. No sólo porque hayan funcionado my bien, sino porque ha sido el medio más importante que hemos podido usar para llegar al consumidor, ya que no hemos tenido presupuesto para utilizar otros medios.

Si tuvierais que escoger un momento de satisfacción vivido en vuestra empresa, ¿con cuál os quedáis?

Sólo uno es muy difícil. Pero seguro que tiene que ver con alguno de los proyectos de acceso a agua potable que desarrollamos en los lugares en los que trabajamos, y cómo a las personas les cambia la vida a través del agua. Cuando te dicen que ya no enferman, que tienen mucho más tiempo para desarrollar su vida, que sus hijos pueden ir al colegio… pensar que tu trabajo diario tiene ese impacto es el mejor sueldo que existe.

¿Alguna anécdota interesante que contar?

Tardamos 2 años y medio en lanzar el producto al mercado, y fue un proceso muy complicado desde el punto de vista industrial (hicimos un eco-diseño de botella especial, la fabricamos por primera vez en Europa con material 100% reciclado, y todas estas innovaciones fueron complicadas). Recuerdo una vez que salimos en coche de Madrid un martes a las 12 de la mañana por una incidencia en una cuestión industrial, fuimos a Badalona, después León, después Badalona, Después León y finalmente de vuelta a Madrid. Hicimos más de 3.000 km en 2 días. Llegamos a Madrid con la ropa del primer día, destrozados y sin haber resuelto el problema. No sabíamos si reírnos o llorar. Con el tiempo lo recordamos entre risas.

Decidnos una ventaja y una desventaja de ser emprendedor

La desventaja clara es la inseguridad en todos los sentidos: económica, de tiempo, de salud… tienes que dedicarte en cuerpo y alma y dejas muchas cosas en segundo plano, cosas que muchas veces son importantes.

La ventaja es ver el impacto de lo que haces de forma muy clara. Poder tomar decisiones relevantes y, cuando tienes una misión social, poder orientar a la empresa hacia aquello en lo que crees.

¿Cómo veis vuestro proyecto dentro de unos años? ¿Planes de futuro?

Queremos que crezca en todos los sentidos, llegar a más clientes, a más empresas, a más momentos de consumo, y seguir convirtiendo actos de consumo cotidianos en impacto extraordinario. El fin último es poder garantizar agua potable cada vez a más personas. Nuestro objetivo es llegar a 200.000 personas en los próximos 5 años.

¿Qué consejos le daríais a alguien que quiere montar su propia empresa?

Que tenga MUY claro que quiere emprender. Que tenga pasión por lo que hace y esté muy dispuesto a asumir riesgos y trabajar muy duro.

Una frase que os inspire y que les sirva a aquellos que todavía no se atreven a emprender

Emprender es el camino difícil, pero las cosas difíciles en las que uno cree son las que llenan la vida de sentido.

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