Metrociego, la app de dos jóvenes para romper las barreras en el transporte público de las personas con discapacidad visual

Pymes

Derribando las barreras que se encuentran los ciegos en el metro de Madrid

Viajar en metro suele ser una odisea para las personas con discapacidad visual. Y hacerlo por el suburbano de Madrid, la red de metro más extensa de España y una de las mayores del mundo, una todavía mayor.

Miguel Coello (izquierda) y Gonzalo Fuentes (derecha), creadores de Metrociego.

Estaba cansado de depender de la amabilidad del resto de usuarios cada vez que se movía por las estaciones de metro. Por eso, Miguel Coello, de 19 años, residente en Tres Cantos y con una enfermedad degenerativa en la retina, decidió tomar notas de cada uno de sus recorridos para aprendérselos de memoria y poder sortear así el laberinto.

Gonzalo Fuentes, su amigo desde la infancia, coétaneo suyo y también residente en Tres Cantos, viajaba muchas veces con él y le echaba una mano. Hasta que tuvieron una idea para romper esas barreras en el transporte público. «Se nos ocurrió que, aprovechando la tecnología, podíamos compartir todos esos apuntes de Miguel para que la gente con problemas visuales no tuviera que buscarse la vida», cuenta Fuentes, estudiante de Ingeniería informática. Dicho y hecho.

El nacimiento de Metrociego

Mientras Coello se recorría las estaciones tomando nota de todas las escaleras y referencias existentes para averiguar cuál era el mejor camino para un invidente, Fuentes, que maneja lenguajes de programación, pasaba esas indicaciones a una aplicación. Así nacía en 2017 Metrociego, la app gratuita que permite a las personas con discapacidad visual moverse con autonomía por el subterráneo de la capital.

Coello y Fuentes no lo hicieron solos. Contaron con un presupuesto inicial para el desarrollo de la aplicación de 3.410 euros, obtenidos gracias a las aportaciones de 105 patrocinadores a través de la plataforma de micromecenazgo Kickstarter. “Nos gustaba la idea de que fuera un proyecto de todos, accesible para todos, en el que cada uno pudiera aportar lo que quisiera”, apunta Fuentes.

Metrociego, la app de dos jóvenes para romper las barreras en el transporte público de las personas con discapacidad visual

En la actualidad, Metrociego cubre más de 30 estaciones, entre ellas algunas de las más transitadas. Poco a poco, estos dos emprendedores van actualizando la app. Como la mayoría de las personas con discapacidad visual posee iPhones, Metrociego solo está disponible, por el momento, para el sistema operativo iOS. “Nos encantaría que estuviera también para Android, aunque eso dependerá de la financiación”, afirma Fuentes.

Así funciona la app

El funcionamiento es sencillo. “El usuario abre la aplicación e indica en qué estación, línea y dirección está (por ejemplo: Chamartín, línea 1 sentido Valdecarros). A continuación introduce la parada en la que quiere bajarse. A partir de esos datos, se genera un texto que el lector de pantalla del móvil narra en voz alta para que el invidente pueda seguir las instrucciones”, explica este bloguero de tecnología.

Estos dos jóvenes sueñan con extender su idea a la red de Cercanías ferroviarias de Madrid, los intercambiadores de autobuses, a metros de otras ciudades españolas como Barcelona, e incluso del extranjero. Pero “también a todo lo que necesite una descripción, como es el caso de los museos”.

Metrociego, la app de dos jóvenes para romper las barreras en el transporte público de las personas con discapacidad visual

Un «servicio social» gratuito y sin publicidad

De momento, les está costando tener como compañeros de viaje a grandes empresas, pese a que el proyecto no tiene competencia -”no hay nada similar en otros lugares”, asegura Fuentes- y a sus buenas cifras -la app tiene ya 3.400 descargas y la usan mensualmente 500 personas-. “Muchas empresas buscan un beneficio y no hay tal. La app no tiene publicidad y es gratuita. Nuestra filosofía es dar un servicio social”, dice Fuentes. Además, lamenta, “cuesta convencerlas de que nuestra idea vale, al surgir de dos chavales que no llegan a la veintena; se fían más, por poner un ejemplo, de una empresa inglesa con 30 años en el sector”.

Pese a todo, siguen con la moral bien alta y poniendo al día la app cuando les dejan los estudios. Porque mientras Fuentes estudia Ingeniería informática en la Universidad Autónoma de Madrid, su amigo Coello, el grado de Liderazgo, Emprendimiento e Innovación en el campus de Madrid de la Universidad de Mondragón. Sus familias están tan contentas como ellos por el apoyo y la acogida recibidos. “Pero esperando, como nosotros, a ver si esto fructifica, si conseguimos algo más de tirón y convencemos a los importantes”, manifiesta Fuentes.

De momento, han conseguido su objetivo principal: que los invidentes puedan hacer un transbordo o salir por una boca de metro en una estación que visitan por primera vez sin la ayuda de nadie. Se lo demuestran los numerosos correos electrónicos y comentarios positivos en redes sociales que les llegan. “Nos agradecen todo el esfuerzo y nos comentan que, gracias a nosotros, se mueven ahora por el metro con mayor confianza y comodidad, e incluso han vuelto a cogerlo, cosa que habían abandonado por la dificultad. No podemos estar más satisfechos”.

Por Patricia Martínez Liceras

Imágenes | Metrociego

Subir