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¿Conoces la importancia de analizar a la competencia?

Cuando una nueva empresa ve la luz, hay muchas ilusiones puestas en ella. En una situación ideal, el empresario habrá tenido en cuenta muchos aspectos: el lugar en el que se abre, cuál es la estructura de trabajo, qué tipo de empleados se necesitan… Y un largo etcétera que no nos debe hacer olvidar un punto muy importante: analizar a la competencia.

Estudiar quiénes son esos competidores y cómo trabajan es muy necesario para poder iniciar con garantías cualquier nuevo proyecto. Hoy anotamos cómo y por qué.

Analizar a la competencia, ¿por qué?

¿Por qué es importante que prestemos atención a lo que hacen nuestros competidores? Hay bastantes razones y todas nos parecen relevantes.

-En primer lugar, es una forma de descubrir posibles problemas y/o debilidades, tanto nuestras como suyas. Estudiar a nuestros rivales nos dará las claves de lo que ellos pueden estar haciendo mal. Pero también, al compararlo con nuestros propios procesos, podemos descubrir fallas en nuestra forma de trabajar.

-Además, analizar a la competencia nos obliga a estudiar el sector en el que estamos trabajando, las empresas involucradas en el mismo y las opciones que presentan para sobresalir. De esta forma, también será sencillo que encontremos huecos en el mercado, demandas que los consumidores pueden tener y que aún no han sido cubiertas.

-Es decir, estudiar a los competidores nos ayudará a conocer mejor a nuestro cliente y sus necesidades. Así, podremos acercarnos mejor a ellos e incrementar su experiencia como consumidores.

-Es, en fin, una gran forma de estudiar un ámbito más general del negocio. Poner el foco en otros nos ayudará a tener una visión más global y completa. Aquello que averigüemos podrá resultar clave para mejorar nuestros propios procesos internos.

Infografía: cómo analizar a la competencia

Desde que lo digital llegó a nuestras vidas, las empresas dejaron de tener simplemente una presencia física, para complementar su desarrollo con una planificación de medios en Internet que también es muy importante saber interpretar.

A nivel offline

-Lo primero y esencial es dedicar un tiempo a su producto. Analizar qué venden, cuáles son sus características y por qué son una competencia para nuestro propio producto.

Visitaremos sus tiendas (y, si puede ser, sus oficinas) y estudiaremos cada detalle de las mismas.

-Observaremos a sus empleados, cómo trabajan, cómo se reparten las tareas y responsabilidades. Pero también, las relaciones que tienen unos con otros.

-Tomaremos nota de su radio de acción. Ahí podemos encontrar algunas fallas que pueden beneficiarnos.

-Estudiaremos los procesos de producción, distribución y venta. Analizaremos la cadena de trabajo de cada uno de los departamentos.

-Con todo ello, anotaremos sus puntos fuertes y débiles y los compararemos con los nuestros.

A nivel online

Visitar su web. Como si fuéramos un comprador más, entramos en su web y comprobamos su atractivo, su facilidad de uso, la sencillez de la información que aporta. Su estudio aportará muchos datos sobre su presencia online. Podremos averiguar si hacen uso de newsletters, call to action, ofertas… Además, es muy importante que el estudio de su contenido: cómo es, qué cuenta, cómo lo hace y cuándo, al más puro estilo periodístico.

Estudiar su perfil de enlaces. Analizaremos los links que contiene su página y de qué tipo son: blogs, noticias, foros, directorios… Podremos ver si comparten información extra como vídeos o infografías o si tienen una estrategia link building.

Redes sociales. No sólo se trata de averiguar si tienen perfil en diferentes redes sociales, sino también qué uso hacen de ellas. Qué tipo de contenido comparten, con qué frecuencia, si su lenguaje es natural pero sus fotografías más cuidadas… Y, por supuesto, la forma en que se comunican con los clientes.

Algunas herramientas

A continuación, un breve listado con las herramientas que nos pueden ayudar a analizar a la competencia. Echemos un vistazo por las diferentes opciones para encontrar exactamente lo que necesitamos.

Klear: Para analizar su influencia en redes sociales.

SEMRush: Compara el posicionamiento SEO con el de otras marcas.

Google Alertas: Estudia su presencia en medios online.

Mention: Para saber la opinión de los usuarios.

Like Inspector: Recopila los indicadores del perfil en Facebook.

GTMetrix: Informa sobre el nivel de optimización de una web.

Ahrefs: Encuentra enlaces externos.

Compete: Muestra los visitantes únicos de cada web.

iSpionage: Analiza el rendimiento de las palabras clave.

Consejos finales

Para terminar, una serie de consejos que no podemos olvidar.

Anticipación: Aprovechemos esa información privilegiada para hacer uso de ella. Anticiparnos a los posibles movimientos de nuestros rivales o a las necesidades que pueden surgir en el mercado.

No olvidar la competencia indirecta: Hay competidores que, en primera instancia, podríamos pensar que no lo son. Por ejemplo, si somos una marca de refrescos, nuestra competencia indirecta puede ser una marca de zumos, que se vende como una opción más saludable.

Nunca se acaba: Los datos recopilados en el estudio de la competencia pueden quedar obsoletos en un tiempo. Al igual que nuestra marca, las de nuestros competidores también están en constante evolución, estudiar a nuestros rivales es un proceso que no termina nunca.

Por Noelia Martínez

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