A partir de una edad, los niños ven a sus familiares y conocidos trabajando y empiezan a darse cuenta de que trabajar es algo normal que “tiene que hacerse” (como “tiene que hacerse” ir al colegio). Es en esta fase, a partir de los 4 o 5 años, que los niños eligen qué quieren ser de mayores. La mayoría de ellos tiene claro a qué quiere dedicarse, algo que suelen tomarse bastante en serio.
Hace unos meses, Adecco lanzó la XIII Encuesta Adecco ¿Qué quieres ser de mayor? a niños de 4 a 12 años, de la que comentamos sus resultados.
Los niños comprenden bastante bien qué es trabajar
Teniendo en cuenta su corta edad, los niños son capaces de abstraerse y pensar en qué es trabajar de un modo bastante cercano a la realidad. Saben, por ejemplo, qué supone la jornada partida (elegida por un 48,5% de ellos) y la jornada continua con la que hay que madrugar pero «pueden marcharse a comer a casa» (46,7%).
También los hay que afirman que no tienen suficientes datos como para elegir bien (4,2%) e incluso un 0,6% que «preferiría no trabajar».
También son conscientes de que el sistema laboral está sufriendo cambios que van más allá de la crisis del 2008. La digitalización y robotización, entre otros, hacen pensar a un 39,1% de ellos que hoy es más difícil encontrar trabajo que hace un año.
Desde luego, saben lo que es el dinero y tienen bastante claras sus prioridades. El 27% de los encuestados querría ganar 15.000 euros al mes, un 6,5% estaría dispuesto a ganar un millón de euros y el 5,6% vería bien que su nómina fuese infinita.
¿Sigue habiendo un género asignado para distintos trabajos?
A pesar de que la educación es cada vez más unisex y que aspectos como los juguetes o las actividades extraescolares están dejando de lado el enfoque a un único género (camiones para niños o muñecas para niñas), sigue habiendo una brecha importante en cuanto a expectativas.
Más de 1 de cada 5 niñas quiere dedicarse a empleos que relacionamos con la empatía y el mundo sanitario, como profesoras, médicos, veterinarias, peluqueras (el trabajo menos robotizable según Frey y Osborne), psicólogas, enfermeras, fisioterapeutas o cantantes, entre otras.
Los niños también quieren ser profesores, pero agregan a la lista profesiones de servicio a la ciudadanía como policías o bomberos, deportivas como futbolistas. También añaden nuevas profesiones como youtubers, probadores (testers o reviewers) o diseñadores de videojuegos y constructores de robots.
Muy curioso es que ambos géneros tienen claro que no quieren ser políticos. También tienen claras algunas soluciones que estos deberían aportar a la sociedad como perseguir la corrupción (12,7%) o generar empleo (9,1%).
Los medios digitales se han colado en los empleos
A pesar de que los niños llevan décadas queriendo ser policías, profesores, futbolistas, médicos o bomberos, con la llegada de Internet y la digitalización empezó a haber un cambio importante en sus expectativas, probablemente porque vean a sus padres cambiar profesiones físicas (construcción, hostelería…) por profesiones más sedentarias (programador, redactor…).
Estos puestos laborales “nuevos” son introducidos de manera predominante por niños, aunque también algo demandadas por las niñas, e incluye el trabajo con ordenadores, videoconsolas, robots y viajes de lujo (como probadores, quizá a raíz de plataformas como Local Guides o Tripadvisor).
Y, ¿quién se encarga de la casa a la vuelta del trabajo?
Incluso en hogares en los que dos progenitores de distinto género trabajen, el 50,8% de los niños y niñas piensan que es el rol de la madre el encargarse del hogar. Frente a esto, alivia conocer que el 44,3% ya opina que es tarea de ambos por igual, y llama la atención que el 3,1% piensa que es cosa del padre.
Dado que es probable que los niños contesten a esto en base a lo que vean en sus casas, es un buen medidor de estos roles en la sociedad, que poco a poco va cambiando.
¿Quieren los niños ser emprendedores?
En el mundo laboral, el grueso de los trabajadores lo hace por cuenta ajena (casi 18 millones), mientras que los autónomos suponen cerca de tres. Aunque los niños no especifican en qué categoría prefieren trabajar, destaca que muchas de las profesiones han dependido tradicionalmente de una empresa detrás.
Muchos de los niños encuestados se dirigen hacia el sector públicos con profesiones como policía, profesor, médico, enfermero…, pero también hacia el sector privado (futbolista, informático, ingeniero, veterinario…) y la emprendeduría (youtuber, actor, fotógrafo, diseñador…).
El panorama empresarial va cambiando poco a poco a medida que nuevas profesiones se abren camino a través del mundo digital o los roles de género pierden validez. Y las respuestas que nos dan las siguientes generaciones son un buen indicador de hacia dónde se dirigen esos cambios.
Marcos Martínez
Imágenes | iStock/DragonImages, iStock/evgenyatamanenko
