Empresa

Cómo afecta la digitalización a las diferentes áreas de la empresa

La digitalización implica un proceso de transformación profunda de la empresa. Además de a los propios procesos de producción, afecta a los diversos departamentos y tareas dentro de la organización.

 

Financiación

La digitalización supone, por un lado, una mejora en los canales para obtener financiación ajena y para relacionarnos con quien nos presta ese capital. Los espacios digitales también son una gran oportunidad para informar de nuestros proyectos y para encontrar y conocer los de posibles socios.

Sin embargo, los cambios van mucho más allá. Los negocios online ofrecen unas oportunidades de diversificación y crecimiento dentro y fuera de nuestras fronteras que hay que financiar.

 

El trabajo administrativo y contable

En la oficina digitalizada, el papel deja de ser obligatorio. Los registros se pueden efectuar en cualquier lugar gracias a los dispositivos móviles y pueden ser almacenados y tratados en la nube.

Diversas apps facilitan herramientas para poder abordar sencillamente muchas tareas administrativas y aprovechar el tiempo. Por su parte, los autónomos ven cómo la tecnología les facilita la relación con sus asesores e, incluso, les permite llevar por sí mismo muchas labores. Y en las relaciones con la Administración, se ha impuesto la presentación digital de los distintos modelos.

 

La gestión de recursos humanos

La digitalización ha potenciado enormemente determinadas formas de trabajo, como el teletrabajo o el que se realiza en movilidad. Adicionalmente, Internet es importante en los procesos de selección. Igualmente, la empresa puede intentar atraer la atención de candidatos con talento a través de canales digitales.

Además, son muchas las herramientas digitales al servicio de la gestión de recursos humanos. Por ejemplo. se confeccionan y remiten nóminas en formato electrónico, se imparte formación online, se registra electrónicamente las jornadas de los empleados o se mejora la comunicación interna gracias a la digitalización.

 

Investigación de mercados

El Big Data permite analizar patrones hasta hace poco ocultos para las empresas que facilitan a las empresas acceder a información útil sobre sus clientes y sobre la competencia.

Además del análisis, el proceso de recogida de datos se ha facilitado enormemente. Las empresas pueden realizar pruebas en sus canales digitales, interactuar con el cliente y observar reacciones.

 

Las relaciones con el cliente

La digitalización coloca al cliente cada día más en el centro de todas las decisiones de la empresa. Hay que adaptar el producto a sus necesidades. Además, la digitalización está transformando profundamente la publicidad. Hay un cambio tecnológico que abarca múltiples aspectos en la publicidad: su creación; los nuevos canales por los que se difunde, se comparte e, incluso, se viraliza; su impacto y las opciones del destinatario para bloquearla; la publicidad no intrusiva; la web corporativa; el impacto de los influencers, etc.

Y ese proceso no solamente afecta a la publicidad y al producto, sino a los canales en los que se distribuye. La exigencia es ya la omnicanalidad, puesto que el cliente quiere poder elegir el canal físico o digital a través del que se relaciona con la empresa y, además, cambiar de uno a otro en cualquier momento. Paralelamente, la empresa debe tener siempre disponible en todos los canales la información necesaria para atender al cliente.

 

La planificación y el control

La digitalización ofrece herramientas y datos para la planificación. Además, aporta canales para transmitir los planes y para visualizarlos en diferentes formatos.

El Internet de las cosas, entre otras aplicaciones, facilita la conexión de diferentes dispositivos de control. Las desviaciones pueden corregirse con mayor rapidez e, incluso, se pueden dar instrucciones de forma remota para hacerlo.

La digitalización ofrece oportunidades y presenta retos que inciden en el núcleo de la gestión empresarial. Hay que prestar cierta atención a las tendencias en digitalización y evitar cometer errores en ese proceso.

 

Por Gonzalo García Abad

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