Empresa

Cómo mejorar la comunicación interna en la empresa

A pesar de que los términos misión, visión y valores de una empresa son elementos cruciales tanto en su imagen como en su cultura empresarial, rara vez son conocidos fuera del área de marketing.

Esto provoca que la mayoría de los trabajadores vean la empresa desde su punto de vista personal, dando a su área de trabajo la importancia máxima y sin ver la estrategia completa o el cuadro en toda su apertura. Algo que puede costar caro en un mundo en el que la imagen lo es todo.

 

Misión, visión y valores de una empresa

Hay mucha documentación al respecto en Internet, por lo que aquí pasaremos de puntillas sobre sus definiciones.

Misión o qué es lo que hace la empresa. Su actividad principal o el problema al que va dirigida su actividad y que se soluciona gracias a ella. Hay muchos trabajadores que no tienen claro qué problema final solucionan más allá de los informes internos (por ejemplo de calidad) entregados a tiempo.

Visión o qué metas persigue la empresa de cara al futuro. Como cualquier KPI de negocio, los objetivos han de ser SMART: específicos, medibles, alcanzables, realistas y acotados en el tiempo. Nada de ensoñaciones oníricas porque tienen que ser creíbles por el personal de la empresa.

Valores o principios sobre los que se asienta la cultura de empresa y ayuda a definir qué decisiones tomar en según qué casos a medida que estos se presenten. Esto requiere implicar a los trabajadores en la creación de propuestas, y no implantarlas de manera autoritaria.

Es importante destacar que, para que la misión, la visión y los valores de una empresa tengan sentido o sean medianamente útiles, no pueden convertirse en un texto que colocar en un PowerPoint o que subir a la página web de la empresa, sino una especie de mantra que todos y cada uno de los profesionales de la empresa comparta.

Algo que no es fácil, pero que resulta necesario si se busca el éxito empresarial a largo plazo.

 

La comunicación interna y la cultura empresarial

Si hemos empezado por la misión, la visión y los valores de una empresa es porque no se puede construir una cultura empresarial ni una buena comunicación interna y externa sin saber a qué se dedica la empresa, qué persigue o cómo va a conseguirlo. Es la base de partida de cualquier diálogo (discusiones incluidas).

En toda empresa es fácil toparse con algún tipo de conflicto entre departamentos, de los que «Ese no es mi trabajo», «No sabía que lo hacíamos así» o «A mí que me lo diga mi responsable» suelen ser respuestas frecuentes. Son síntomas evidentes de una falta de cultura empresarial que allane tensiones, canalice el objetivo de todos los departamentos y mantenga a todos los trabajadores remando en la misma dirección.

Por buscar un ejemplo concreto, pensemos en las disputas entre los departamentos de calidad y fabricación. Inspecciones internas con estándares demasiado elevados de calidad pueden frenar el trabajo de la fábrica, ahogándola en burocracia; mientras que un producto de baja calidad no se acabará posicionando en el mercado.

El departamento de calidad ve la empresa en base a un producto premium ideal y perfecto, mientras que desde fabricación probablemente estén más interesados en sacar mucho volumen de productos. Cuanto más, mejor.

Mientras que ninguna de las dos áreas tenga presente qué misión, visión y valores comunes que tiene la empresa, y que estos factores guían las decisiones, estos roces seguirán siendo frecuentes. Algo que genera frustración, tensión y conflictos internos que hacen imposible la salida del trabajo efectivo.

 

La mala imagen que da una cultura empresarial no organizada

Estos factores también son la base de una imagen sólida y sin fisuras dentro de una marca. Por ejemplo, ¿quién no conoce al trabajador que, tras su jornada laboral, echa pestes sobre su organización? Es algo frecuente que medra la credibilidad y la imagen de la empresa, y cuya causa suele ser una mala (o nula, que es peor) comunicación interna.

Un ejemplo muy común es un cambio en el proceso de trabajo impuesto desde arriba «porque sí». Aunque para la empresa en su conjunto este cambio sea beneficioso, es más que probable que el departamento que antes tardaba menos en hacer el mismo informe se sienta sobrecargado sin motivo.

Ahí radica la importancia de tomar perspectiva dentro de la propia organización por parte de los empleados. O de saber comunicar la misión, la visión y los valores de la empresa por parte de los encargados y responsables.

Si en lugar de «Porque sí», se explica que gracias a este informe que nos lleva un 10% más a nosotros otro departamento ahorra un 50% del tiempo, encajamos mejor el cambio. Incluso lo exteriorizamos como algo positivo de puertas hacia afuera, reforzando la imagen empresarial en lugar de dilapidarla.

La imagen de la empresa depende de sus acciones, pero también del marketing (positivo o negativo) de sus trabajadores. Reforzar el endomarketing para que los trabajadores sean nuestros primeros suscriptores o trabajar en hacer más fluida la comunicación interna ayudan a construir una mejora imagen.

 

Orange colabora en una guía sobre la importancia de la comunicación interna y la RSE a la estrategia empresarial

Esta guía, elaborada por Corresponsables y Fundación Seres, identifica la comunicación interna como una palanca para el desarrollo de la RSE y tiene por objeto ayudar a las empresas a integrar los valores de la RSE en la comunicación con los empleados. La capacidad de impacto de la comunicación interna en los colaboradores y la relevancia de este grupo de interés en la estrategia de negocio, la convierten en una herramienta cuya contribución puede ser fundamental para la consecución de los objetivos de la compañía. Puedes descargar esta guía de forma gratuita.

Por Marcos Martínez

Subir