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Smart shopping o la transformación en nuestra forma de comprar

El smart shopping hace referencia al mundo de las compras orientado al universo de lo digital. No sólo hablamos de Internet y las compras online, sino su traslación al mundo físico en el que un millón de gadgets, dispositivos y herramientas nuevas están ayudando a transformar la experiencia de compra.

Los cambios son sustanciales para los compradores, pero también para las empresas. La relación entre ambos se potencia gracias a una mejora del servicio.

Instrumentos más interesantes

 

El mundo del shopping ha cambiado mucho y éstos son algunos de los culpables:

– Comercio electrónico: Según datos del ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información), más de 20 millones de españoles compran online. El e-commerce tiene muchas caras. Tenemos los modelos O2O (online to offline), RaaS (Retail as a Service), Click&Collect o todas las grandes opciones que permite la nube.

– Pago móvil: Usamos el móvil para todo, ahora incluso para pagar. El desarrollo de más apps por parte de los bancos y sus acuerdos con tiendas y comercios permiten que el monedero electrónico sea una realidad.

– Probadores inteligentes: Se trata de elementos digitales dentro del mundo offline. El cliente tiene acceso a una pantalla en la que, por ejemplo, aparecen diferentes prendas de ropa que puede combinar, cambiar el color, elegir los complementos… a golpe de click.

– Etiquetas RFID: Son etiquetas electrónicas con las que se marca el producto. Permiten tenerlo totalmente controlado, sus características y su ubicación. Desde el lugar del que parte hasta el momento en que se vende.

– Supermercados virtuales: Hacer la comprar diaria desde nuestro PC o nuestro móvil y que vengan a casa a traernos esos productos no sólo es una opción de la mayoría de los supermercados que conocemos, sino también de tiendas gourmet que se asocian para ofrecer sus productos.

– Los beacons: Pensados para el mundo offline, son un nuevo modo de entender la publicidad. Colocados en una calle comercial, por ejemplo, informan a los transeúntes de promociones y descuentos que puede haber en la tienda física por cuya entrada están cruzando.

– Código QR: El código QR se coloca en cualquier lugar: una marquesina, una parada de metro, una revista… y es una puerta para que el usuario acceda a la web de una tienda para comprar, por ejemplo, de forma inmediata, el producto que aprecia en esa publicidad.

Ventajas para las marcas

 

No es sólo modernidad y vanguardia, las nuevas tecnologías y el smart shopping ofrecen grandes ventajas a las marcas que sepan apostar por ellas.

– Abaratamiento de costes: Los servicios que da un instrumento como la nube ayudan a las marcas a reducir sus gastos. Menor gasto energético y de los costes de mantenimiento y gestión son ejemplo de ello.

– Sencillez en los procesos: Gracias a la digitalización, para una empresa es más sencillo organizarse y tener clara su estructura por departamentos. Así como saber qué tareas le corresponden a cada empleado y en qué fase están.

– Conocer al cliente: El Big data y el estudio de las analíticas de datos son fundamentales para las marcas, pues permiten conocer mejor al cliente y crear una relación más sólida con él.

– Fidelización: La evolución lógica del anterior. Un cliente satisfecho con una compra es un cliente que no sólo repetirá con nosotros, sino que nos recomendará a otros.

– Startups y pequeñas empresas: Los pequeños empresarios se ven beneficiados de todo ello. Al reducirse los costes y abrirse tanto la demanda de nuevos servicios, la proliferación de empresas de todo tipo es evidente.

Ventajas para los clientes

 

También los consumidores se ven beneficiados por todas las innovaciones que el smart shopping integra.

– Omnicanalidad: El cliente tiene acceso a las compras cuándo y dónde quiere. A cualquier hora del día y desde cualquier dispositivo.

– Experiencia de compra: Todos los desarrollos tecnológicos están fundamentalmente pensados para mejorar la experiencia de compra del consumidor. Por ejemplo, el lanzamiento de promociones y ofertas a través de las apps de la marca o de las redes sociales.

– Atención al cliente: La presencia en redes por parte de las marcas obliga a una comunicación directa con el consumidor. Cualquier queja, problema o insatisfacción es atendida al momento.

– Personalización: El hecho de que las marcas conozcan más y más a sus usuarios permite que puedan ofrecerles productos, ofertas y promociones especialmente pensados para ellos.

– Conectividad: Dentro del universo offline, no son pocas los establecimientos, centros comerciales o restaurantes que ofrecen servicios de Wifi gratis para sus clientes.

El smart shopping es tendencia pero es mucho más. Se trata de una realidad a la que ninguna empresa debería dar la espalda.

 

Por Noelia Martínez

 

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