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Juanma Romero: “El emprendedor que todo lo sabe y todo lo decide camina hacia el fracaso”

Juanma Romero es un auténtico divulgador del emprendimiento. A muchos les sonará su cara porque es el director y presentador del programa de TVE ‘Emprende’. Además, este periodista imparte talleres y seminarios sobre marca personal y carisma.

En esta entrevista, Romero, que acaba de publicar el libro ‘Emprender en la era digital’ junto al realizador de televisión Luis Oliván, da algunos consejos útiles a los que quieren montar un negocio por su cuenta. El entrevistado no oculta que la carrera del emprendedor siempre va a ser dura y va a estar llena de momentos difíciles y estresantes. Además, recuerda que, aunque alguien nos diga lo contrario, “no todo el mundo vale”. En su opinión, lo más importante es que el emprendedor trabaje duro, no se gaste el dinero a la ligera y, sobre todo, se rodee de un buen equipo y tenga la empatía y humildad suficientes para aceptar una crítica constructiva y reconocer errores. “No se trata de que nos digan lo guapos que somos”.

Usted ha hablado con muchos emprendedores. ¿Podría contarnos tres casos que le hayan interesado particularmente y decirnos por qué pueden ser ejemplares para los que se están pensando abrir un negocio?

En las más de 5.000 empresas que he visto en estos años, todas tenían algo positivo. Pero para decir que yo invertiría en alguna de ellas o montaría un negocio, hay pocas. Quizá solo una, Empresario 2.0, que ha logrado crear un modelo de negocio donde el producto a comercializar es una variable y toda la venta se realiza a través de comercio electrónico en la plataforma más grande del mundo, Amazon.

Dispone de una herramienta informática donde almacenan las tendencias de compra de los internautas a través de Internet desde el año 2013. Con esa gran base de datos, te asesoran para seleccionar los productos a comercializar que hoy tienen más demanda, menos temporalidad, mayor rotación y más gustan a los consumidores. Además, te ayudan a fabricar tus productos con tu propia marca en países como China, por lo que te conviertes en fabricante, no en un mero distribuidor. En tercer lugar, sitúan tus productos en las primeras posiciones de Amazon en todos los países del mundo, por lo que las ventas se realizan las 24 horas del día, y Amazon se encarga del procesamiento de los pagos, de la entrega del producto al cliente final y de la atención al cliente. Este modelo de negocio te permite ser libre, teletrabajar desde cualquier parte del mundo con un horario que permite conciliar vida profesional y personal. Evidentemente esto no es suerte, sino fruto del trabajo de 18 años y conocimiento del mercado. En fin, ahora mismo no sabría decirte ninguna otra compañía que me ofrezca garantías, y mira que he visto en estos años.

¿Cuáles son los consejos básicos que tiene que darle a un emprendedor potencial o que está en las primeras etapas de su proyecto?

Que se aseguren de que la idea que están desarrollando tiene suficiente recorrido como para encontrar gente dispuesta pagar por ese producto o servicio. Personalmente, se me ocurren muchas ideas brillantes cada día, pero no encuentro la forma de hacerlas rentables, y hay que olvidarse de ellas. Una retirada a tiempo es una victoria. Mejor dejarlo que empeñarnos o empeñar a nuestra familia y acabar en la ruina.

Se dice que España no es un país de start-ups ni de emprendedores. ¿Es así o están cambiando las cosas?

Están cambiando porque la gente ya no quiere trabajar 10 horas al día por 1.000 euros al mes. Y una de las pocas formas de evitarlo es montar un negocio. Trabajas más horas, pero el beneficio, cuando lo hay, es para ti. Si a esto le añadimos que hay muchos ecosistemas emprendedores donde se generan buenas ideas de forma casi instantánea, nos encontramos con la posibilidad de emprender. Antes, todos queríamos ser funcionarios, y ahora todos queremos ser emprendedores. Creo que lo mejor es el punto de equilibrio. Ni todo el mundo puede ser funcionario, ni todo el mundo puede ser emprendedor. Para todo hay que valer. Aunque en ocasiones las circunstancias nos obligan a hacer algo para lo que, quizá, no estamos preparados.

También se dice que aquí montar una empresa y llevar a cabo un proyecto es un verdadero dolor de cabeza. ¿Está de acuerdo?

Sí, un gran dolor de cabeza, pero va en el sueldo. No se puede pretender montar un negocio y que todo vaya sobre ruedas, porque siempre hay problemas y hay que solucionarlos. Por eso decía que no todo el mundo vale para emprender. Hay que enfrentarse a los problemas, hacer frente a situaciones muy difíciles y estresantes. Unas veces saldremos victoriosos y otras no, pero que hay que atreverse. Si a la primera dificultad nos vamos a acobardar, mejor no empezar.

¿Cuáles son los principales obstáculos que se ponen en España al emprendimiento?

La falta de financiación y la escasa formación del emprendedor. Muchos emprendedores piensan que ellos lo saben todo, desde las finanzas hasta las relaciones públicas, pasando por las ventas. Eso no es así. En el momento en que es posible, que no siempre lo es, hay que formar un buen equipo y que cada uno asuma una parte del proceso. Pero para ello hay que confiar en el equipo y saber delegar; el emprendedor omnipresente que todo lo sabe, de todo opina y todo lo decide es un emprendedor que camina hacia el fracaso. Hay que ser humilde y reconocer que no sabemos de todo.

¿Cuál es el secreto para que una joven empresa pase el Rubicón de los 3 años de edad, que es el periodo en el que fracasan casi la mitad de las mismas?

En primer lugar, si consigue dinero, que no se lo gaste en un cochazo para dar buen imagen o en una oficina que le cuesta un montón de dinero para recibir a los clientes. Yo prefiero a un emprendedor que me viene a ver con una furgoneta de tercera mano y las manos sucias de levantar cajas, que a otro que viene con un cochazo y oliendo a rosas. El emprendedor no emprende para estar en una pasarela de moda, sino para trabajar y ahorrar todo lo que pueda, para cuando vengan tiempos difíciles, que suelen ser en esos tres primeros años de vida de la empresa.

¿Hasta qué punto están Internet y las nuevas tecnologías en general bajando las barreras de entrada para la creación de empresas?

La tecnología está claro que facilita el acceso al emprendimiento. Hasta tal punto que casi cualquiera puede hacer una aplicación móvil por poco dinero, y eso se nota a la hora de encontrar emprendedores, que crecen como setas. No es lo mismo hacer una aplicación que montar un restaurante o un complejo hotelero. En el segundo caso, se necesita una gran inversión, en el primero sólo en contadas ocasiones. Por eso muchos jóvenes se centran en el mundo de las aplicaciones. Han visto ejemplos de gente que gana mucho dinero con ellas, pero no caen en la cuenta de que esos ejemplos son la excepción que confirma la regla.

¿Qué le diría a un gestor de una pyme que dice que está abrumado por Internet y por la informática y que no sabe por dónde empezar?

Que busque ayuda y empiece a gestionar la transformación digital, o su empresa es muy posible que desaparezca en muy poco tiempo. Adaptarse o morir.

Se nos dice que en 5 años la transformación digital sacará del mercado a 4 de cada 10 empresas. ¿En qué consiste esa transformación digital que a todos se nos pide y por dónde puede empezar una empresa a abordarla?

Los directivos de las empresas tienen que ser conscientes de la necesidad de abordar la transformación digital, y debe saber que sin ella la empresa no tiene futuro. No estoy hablando de dejar de producir queso, sino de fabricar queso y encontrar nuevos mercados donde venderlo y eso no se logra llevándolos a mercadillos en furgonetas. Aunque no hay que despreciar el potencial de los mercadillos, que todo suma.

¿En qué zonas o países debemos fijarnos cuando hablamos de emprendimiento?

Israel

En algunos capítulos del libro ‘Emprender en la era digital’ se dice que el emprendedor no sólo tiene que tener una buena idea o financiación, sino también una actitud vital. ¿Qué virtudes debe cultivar el emprendedor y qué pecados debe evitar?

Tiene que ser trabajador, muy trabajador. Empático, ser capaz de delegar y tener la suficiente humildad como para aceptar una crítica constructiva y darse cuenta de que está en un error y cambiar a raíz de esa crítica. No se trata de que nos digan lo guapos que somos, sino de que sepamos cómo se puede mejorar la gestión y los resultados de la empresa, y eso no se logra con alabanzas y peloteos, sino con opiniones fundadas y sinceras de otros que pueden estar o no estar de acuerdo con nosotros.

Juan I. Cabrera

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