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Qué es el visual thinking y cómo puedes usarlo en tu empresa

Nuevas ideas y nuevas formas de expresión. Contra lo que puedan pensar muchos, el mundo empresarial no es (o no debería ser) un búnker cerrado en el que sólo tienen cabida pautas inflexibles. La realidad nos enseña que abrir los ojos a nuevas líneas de pensamiento puede ayudar y mucho a que las empresas evolucionen y crezcan. Por eso, hoy queremos presentaros un interesante concepto: el visual thinking.

¿Qué es el visual thinking?

El visual thinking consiste en expresar nuestras ideas mediante dibujos. Esos dibujos se convierten en mapas mentales de las reflexiones que nos rondan por la cabeza.
No sólo nos ayuda a ordenar nuestras propias ideas, plasmadas sobre un papel mediante trazos, también nos sirve para explicarles a los demás, con mayor claridad, lo que queremos decir. ¿Hay veces que no sois capaces de expresar con lucidez un concepto? ¿Qué tal si lo intentais con un dibujo?

Ventajas para las empresas

La técnica del visual thinking se engloba en una nueva línea de pensamiento que aspira a fomentar al 100% la creatividad y la imaginación, un recurso del que las empresas sólo pueden obtener ventajas. ¿Cuáles?

  • Por supuesto, el pensamiento visual sirve para vender nuestros productos e ideas de una forma mucho más atractiva. A través de un esquema o una infografía, a nuestro cliente le llegará la idea de una manera más sugerente.
  • Pero no sólo para los demás. En reuniones internas y de toma de decisiones,  esta técnica es muy práctica tanto para focalizar los problemas como para encontrar las soluciones.
  • Fomentar la creatividad mediante el dibujo es una forma de entrenar nuestro cerebro. Se le induce a pensar de otra manera, a buscar nuevas herramientas. Por lo que se está induciendo a abrir nuestra mente a nuevas formas de razonar.
  • De cara a una reunión o una presentación, el visual thinking no sólo es una solución mucho más atractiva que un discurso, sino que, además, sirve para que nuestro interlocutor nos entienda con un simple vistazo a la imagen. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las personas tienen un pensamiento visual, por lo que una imagen les atrapa más.
  • Por supuesto, las nuevas soluciones digitales se ponen de parte de aquellos que apuestan por estas técnicas. Infografías, vídeos, apps interactivas o diseño web son las herramientas del presente y el futuro para las empresas.

¿Cómo me pongo a ello?

Dan Roam es uno de los grandes expertos en el mundo del visual thinking. En su libro ‘Tu mundo en una servilleta’ nos da unas pautas muy sencillas para empezar a poner en práctica esta herramienta.

Mirar: Nuestro entorno. Fijarnos en lo que tenemos alrededor, absorber esa información que ya es visual… Nada mejor que usar como referente lo que tenemos más cerca y usamos cada día.

Seleccionar: Necesitamos plasmar una idea, así que no todo lo que “vemos” nos servirá. Hemos de seleccionar aquello que más nos pueda interesar para expresar los conceptos a explicar.

Imaginar: Esa realidad que nos circunda y que contiene la idea que vamos a dibujar ha de pasar por el filtro de nuestra imaginación, que la reinterpretará y modulará según nuestros intereses.

Enseñar: Dibujar y dibujar. No hay miedo a plasmar nuestras ideas. Al contrario. Si usamos el visual thinking es para poder comunicarlas, por lo que tenemos que mostrarlas a otros. Su reacción nos ayudará a modificar, modular y mejorar esa presentación.

¿Y si no sé dibujar?

Ya sé lo que estáis pensando muchos. Todo esto del visual thinking me resulta muy atractivo para mi empresa y mis presentaciones pero es que… ¡yo no sé dibujar!

No hace falta ser un Miguel Ángel para aprovechar la técnica del visual thinking, con unos conceptos muy básicos, podemos ser capaces de expresar cualquier idea… y que los demás nos entiendan.

Figuras básicas: Un círculo, un cuadrado, una flecha… Todos sabemos hacerlos. Son las líneas primigenias sobre las que se construye todo lo demás.

Símbolos: Hay ciertos símbolos que funcionan de manera universal y que cualquier persona entiende. Y no hace falta ser ningún genio para dibujarlo. Un corazón como un gesto de aceptación y agrado, el símbolo del dólar para representar el dinero, una marca de verificación para dar nuestra aprobación, una cruz para indicar lo contrario… Precisamente, uno de los valores del visual thinking consiste en apoyarse en este tipo de imágenes que forman parte de nuestra cultura global.

Texto: El visual thinking no quiere decir que desterremos el texto escrito. Sólo que éste pasa a integrarse como una parte más del esquema. Podemos apoyarnos en él para plasmar lo que necesitemos.

Color: No dudes en apoyarte en elementos como el color. Si nuestra presentación es en negro, una figura en rojo destacará sobre el resto. Si usamos el dorado, puede significar una idea brillante… Los colores tienen una carga simbólica que el visual thinking también puede utilizar.

Con todo ello, el dibujo puede convertirse en una herramienta de comunicación, de innovación y para fomentar los procesos creativos. ¿Se apunta tu empresa?

Noelia Martínez

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